sábado, 9 de abril de 2011

Sólo un poquito

De vez en cuando, sólo por momentos, me encuentro a mí misma. Son sólo algunos momentos, muy esporádicos y efímeros, en los cuales sé quién soy, que tengo, que quiero y que necesito. Luego todo se desvanece, y todo vuelve a la normalidad, y yo vuelvo a ser la verdadera yo, la que no sabe nada. Así es, así transcurren la mayoría de mis horas, días, meses y años, sin saber un carajo. Las pocas personas a las que se me dió por contarles ésto cara a cara me respondieron con un entusiasmo inentendible. A todas les parecía que así tenía que hacer, que nadie tiene certezas, y que no tenerlas hace la vida más interesante. Es cierto que eso es lo que yo también le diría a quien me viniese con un planteo semejante, y también es cierto que en el sentido más romántico y folklórico de la vida ésto es así, pero… en esa vida que poco tiene de romántica y folklórica, en esa vida que sólo se vive, que no se analiza, y no se reflexiona y no se detiene ni un segundo, para esa vida, ¿nadie agradecería un par de certezas? Ojo, no hablo de grandes cosas, no hablo de: quiero saber si voy a tener éxito, si me voy a casar y si voy a tener hijos. No! Esas cosas mejor ni saberlas. Hablo de simples cosas, que se yo, boludeces. Sólo pido saber que decir cuando me preguntan: ¿Dulce o amargo?

2 comentarios:

  1. La certeza es la búsqueda más dificil. A veces uno quisiera que la vida fuera más fácil!!

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  2. Cuando miro un celular, una compu, un auto, un LCD, una mansión pienso qué lujo tenerlos, y me miro a mí mismo en la soledad: caminar,observar, conversar, escuchar, pensar, discutir, entender, cantar, dibujar, escribir, correr, jugar, reir, abrazar, besar, ayudar. Qué lujo ser humano!

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